Cronica del 3º día

Hoy día ha sido un día lleno de emociones y experiencias inolvidables…En primer lugar, pude volver a oler y saborear el ceviche de acá…esos olores y sabores que no se tienen registrados en Europa…También saboreamos en la mañanita…el jugo de mango y la chicha morada….obtenida del trigo morado del Perú (solamente acá) que se hierve y con azúcar se obtiene esta bebida refrescante. Lo mejor vino después cuando nos fuimos a ver el proyecto con Encuentros en el barrio más duro y difícil de toda Lima y también del perú: LOS AGUSTINOS. Allá es donde esta organización con el apoyo de Terres dus hommes lleva a cabo el proyecto de Justicia Restaurativa…Cuando Alejandro, el coordinador del proyecto en dicho barrio nos recogió en el auto para llevarnos allá, se incorporó a nuestro equipo formado por la magistrada de Mexico, Martha, el delegado de Tierra de hombres de Madrid, Camilo…el vicepresidente de Tierra de hombres Lusane, el suizo alemán: Christian. Durante todo el día tuve que ir soltándome en inglés…y aunque al principio me costó, ya en la mañana estaba totalmente suelto…y la conversación era fluida. El barrio en sí…de los más peligrosos y pobres de todo Perú…los emigrantes de la sierra Peruana…fueron llegando a Lima y asentándose en el cerro de la montaña…y los asentamientos se han convertido en favelas…peruanas. El equipo nos contó las tres dimensiones del proyecto: atención al menor cuando es detenido en comisaría…petición de medida alternativa al internamiento en presencia del fiscal…atención a la víctima…y puesta en marcha del proyecto restaurativo con el menor infractor. La comisaría de policía de los agustinos…está volcada y colabora directamente con el proyecto. Allí estuve con Oswaldo, el policía especializado que había realizado una redada y estaba atendiendo al menor infractor…le habían pillado con 15 bolsa de base de coca (KITIS). La cantidad de cada bolsa es para un cigarro…aunque no superan los tres gramos permitido por la ley. Hablé con el menor, con el fiscal y con todo el equipo…y el sentido del humor que impregnó todo el encuentro me permitió ser mejor acogido por todos los que forman esta realidad. Posteriormente nos trasladamos a la parroquia de los agustinos…donde el padre Chiqui (le dicen así por el tamaño), lleva treinta años desarrollando una labor encomiable en el barrio…con atención educativa a los chavales del barrio, club deportivo: MARTIN LUTHER KING, talleres laborales y centro juvenil. Este jesuita, maño de nacimiento. Es una persona reconocida en todo Perú por su labor con las bandas juveniles. El equipo y un servidor hicimos un proceso de sinergia y nos entrelazamos como si lleváramos trabajando juntos muchos años…al final conocí a Lucho, un mulato que fue pandillero hace unos años y que tras una labor educativa del padre Chiqui…se ha convertido en el entrenador del club deportivo martín Luther king